En un solo año, la reforma laboral ha provocado que un 20% más de trabajadores no tengan convenio colectivo

“La reforma laboral impuesta por el Gobierno lo que está produciendo es un bloqueo y una pérdida de cobertura de la Negociación Colectiva, concretamente respeto al año 2012 hay una pérdida del 20% con referencia al último año consolidado que es 2011. Un 20 % de trabajadores más no tienen convenio colectivo”.

El Secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, ha realizado estas declaraciones en una jornada sobre “Negociación Colectiva y Reforma Laboral”, donde ha subrayado además que la reforma ha tenido unas consecuencias devastadoras en materia de empleo, como estar con cerca de seis millones de desempleados, tres millones más de los que había en 2008, pero también muy negativas en relación con la Negociación Colectiva, puesto que se está reduciendo drásticamente el papel de ésta.

Ha destacado que a lo largo de la crisis se ha mantenido la tasa de cobertura en torno a un 70% pero “en 2012, que aún no está consolidado, la tasa de cobertura de la Negociación Colectiva ha bajado al 60%”. Además ha recordado que el segundo AENC apostaba por la contención salarial, que venía acompañado del compromiso de moderación de precios y beneficios empresariales, como eje de mantenimiento del empleo. El mismo acuerdo contemplaba potenciar medidas de flexibilidad negociada frente a la flexibilidad externa.

Este tipo de acuerdos “se basa en la voluntad y confianza entre las partes, pero también en la coherencia por parte de los organizaciones firmantes con sus asociados para cumplir esos criterios”, ha dicho, “sin embargo, esto no se está produciendo y la Negociación Colectiva sufre una patología de bloqueo, retrasos, conflictividad y litigios”.

“La reforma laboral vulnera este acuerdo por completo”, ha explicado, y se ha pasado a “atribuir mayor poder discrecional al empresario para tomar una serie de decisiones despreciando las fórmulas de flexibilidad negociada” y ha establecido una línea devaluación salarial, de hecho hay más inaplicaciones registradas que convenios colectivos de empresa en el último año consolidado, llegando a tener un cariz de competencia desleal”.

El Secretario de Acción Sindical de UGT ha subrayado que hay que recuperar dos cuestiones, qué papel queremos jugar – y nos quieren dejar jugar- los interlocutores sociales en las relaciones laborales y si es posible seguir basando la salida de la crisis en los bajos costes laborales porque el origen del convenio es una conquista del movimiento obrero para obtener cohesión social y protección de derechos pero también de los empresarios para fijar reglas de unidad de mercado”.

Más contratos, más precariedad

Más contratos, más precariedad

La contratación temporal crece y baja la indefinida: solo el 7,5% de los nuevos contratos son estables

El número de contratos ha crecido respecto a hace un año, una subida que se ha hecho a costa de la temporalidad. En noviembre se registraron 1.241.479 contratos, un 7,8% más que en el mismo mes de 2012. De ellos, 1.147.465 (el 92,5% del total) fueron temporales, un 9,1% más que hace un año. Sin embargo, solo el 7,5% de los contratos nuevos fueron indefinidos o, lo que es lo mismo, 94.014, un 6,1% menos que en noviembre de 2012.

Entre los indefinidos, en el último año caen tantos los de jornada completa como los de jornada parcial, aunque en mayor medida estos últimos. Entre los contratos temporales, suben un 8,3% los de tiempo completo, pero aún más los de tiempo parcial, que lo hacen un 10,6%.

Menos prestaciones

El número de beneficiarios ha caído en octubre (este dato va con un mes de retraso): ese mes había 2.761.379 personas cobrando algún tipo de prestación por desempleo, un 5,3% menos que un año anterior. La tasa de cobertura del sistema lleva meses descendiendo y se sitúa ahora en el 60,51%, tres puntos menos que en octubre 2012.

Esta reducción se debe, por un lado, al agotamiento de las prestaciones y, por otro, al endurecimiento de las condiciones para cobrar algunos subsidios. De hecho, caen las solicitudes y beneficiarios de todas las prestaciones, excepto de la renta activa de inserción, que crece.

El efecto se nota en la nómina que paga el servicio público de empleo: el gasto en prestaciones no deja de caer desde febrero, y en octubre registró su mayor bajada interanual, del 11,9%.